lunes, 6 de julio de 2009

ELEGÍA A MICHAEL JACKSON EN EL DÍA DE SU MEDIÁTICO FUNERAL

Te moriste,
¡hay que pitufarse!
Te moriste, niño eterno,
siempre eterno: blanco nuclear.

Las sirenas de las ambulancias,
aspas zumbonas de los helicópteros,
pedos de monja, rebuznos de obispo,
música acuática: blanco nuclear.

Entre ramalazos tristes de falso ingenuo,
te moriste, animalico mío,
como se mueren los héroes:
atiborrado a Prozac.

Nos dejaste,
claro que nos dejaste.
Nos dejaste, claro
claro: blanco nuclear.

Y no te comprendieron las rosas,
y no te descubrieron las pencas,
ni las duendas tetonas.
Te moriste, muchacho... vaya por Dios.

Desamparaste, viudos, a tu mono y a tu tigre,
¿o acaso los habías vendido, hijo mío,
criaturica, para hacerte de un puñado
de un puñado de pastillas,
no más?

Acabose, terminose y afanose
el forense: cortaplumas.
Te moriste,
mantequilla sin sal.

Y lo siento,
de veras, créeme, que yo lo siento.
Porque siempre en lo más hondo
de un payaso hay un hombre.

Blanco nuclear. Corderito de Norit.

Te moriste,
ahora que me noto más Vázquez Montalbán que nunca
vas y te mueres.
Peor para ti.

Porque por eso yo te dedico —misico, misico—
estos versos subnormales, surreales, suturales
de forense.

No me gusta, no me gusta que te encierren
en la urna.

De Blanca Nieves, niña, de Blanca Nieves,
en la urna.

Piénsatelo bien, Maiquel Yacson,
piénsatelo bien lo de haberte muerto.
¿No te das cuenta, animal de bellota,
de la poca decencia estética de lo que tú has hecho?

Maiquel Yacson, por favor,
dame un minuto y te lo piensas.

Las abejas de la granja del oso Bubú,
las panfilias sinópticas de raíces psicotrópicas,
los helados de fresa, el braguero de Gualter Disney,
los corazones rotos, las pegatinas de Super Pop...
¡Macho, pero en qué estabas pensando!

Ya te veíamos rarillo últimamente,
distraidillo, acarajotado...
y, mira por donde, era que te estabas muriendo.

Dijeron anoche, en las noticias,
que estabas calvo y sin tabique nasal.
Yo les indiqué de tu parte
que los negros —por lo general— no tenéis ternilla en la nariz.

¿Y sabes qué me contestó el de la tele?
NADA, macho, NADA.
Porque los señores que salen en la tele no pueden escucharte
(salvo que entres en directo, supongamos, por una llamada al programa).

Pero a los telediarios, Maiquel,
por si no lo sabías,
no llama nadie.
Vamos, no suele.
Antiguamente el regidor,
pero ahora con el pinganillo
se ha perdido romanticismo.

¡Ay, ay, Maiquel!
¡Sé que me entiendes, que reconoces en mis palabras
la fuente de toda franqueza!

Rugen los animales perversos,
secan las horas el ojo de los peces.
Mírate al espejo, Maiquel, mírate.

Estás desmejorao.

4 comentarios:

  1. Ains.... que lastimica de muchacho

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  2. ¿Era blanco por fuera y negro por dentro o negro por fuera y blanco por dentro? ¿Era doliente de vitíligo o enfermo racional? ¿Era artista inconmensurable o 12 años sin dar la nota? ¿Era o no era pederasta? ¿Balanceaba en un balcón a su vástago para que le diera el aire o para que le diera un vitango? ¿Estaba en su sano juicio? ¿Estará vivo como su ex-suegro al que no conoció o los dos están medio colocados, cada uno con lo suyo en el cielo, en el infierno o en el Hades?

    Y digo yo, a mí que coño me importa...

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  3. Michael Jackson era el puto amo. Trastornados cuerdos de todo el mundo creen estar por encima del trastorno de este pobre chaval, sin saber que solo su incomprension y falta de respeto los marca en las listas de sibaritas e idiotas educados. echa cuentas, hazme el favor!

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