viernes, 19 de junio de 2009

ME CAGO EN MI SUERTE...

Cristiano Ronaldo cobrará 13 millones de euros brutos por temporada.
MADRID (AFP) El delantero portugués Cristiano Ronaldo podría cobrar en el Real Madrid un salario bruto anual de 13 millones de euros por temporada, convirtiéndose en el futbolista mejor pagado del mundo, según el rotativo deportivo Marca.
—Sabes... —dijo Romera pasándole el porro a García—, yo con trece millones de euros al año, ¿sabes lo que haría?... ¿Sabes lo que haría?
—Qué...
—Pues ni idea, macho..., no tengo ni idea de lo que sería capaz de hacer.
Trascurrieron un par de minutos de absorto silencio, contemplativo, trapense. El entorno del parque natural actuaba acompasado, sutil, etéreo, magnificente. Las migraciones primaverales, puertas con el estío, llenaban de color y rumor aquellos parajes lujuriosos de vida.
—Yo... —esta vez hablaba García—, yo creo que me compraría una casa...
La risa tonta, desfallecida, se dibujó en la boca de su compañero.
—¿Una? ¡Cien, colega, te puedes comprar cien casas si quieres!
—Hombre..., cien tampoco.
—¿Que no? ¡Haz cuentas!
Cuatro o cinco minutos de silencio contemplativo. Porro de relevos. Calada profunda, exhalación tranquila. Goce. Relax. Doñana de fondo. La marisma.
—¿Eso es un águila calzada o un azor? —pregunta García.
Romera toma los prismáticos con lentitud teatral. Se los acerca a los ojos entornados y, tras otra caladita espirituosa, reflexiona unos instantes. Instantes volátiles.
—Eso es un águila calzada, macho.
Pasa un minuto largo, desleído en vahos.
—Claro..., si aquí no tenemos azores —sentencia García.
Los dos compañeros ríen como al relentí. Se achata el porro.
—¡Mátalo! —ofrece Romera.
—¡Mát... mátolo! —y se ríe del puro hallazgo— ¡A quien habría que matar es al Cristiano ese de los huevos!
—Anda que no, tío.
—Y al Florentino y a to su casta...
—Sí... —y ríe también Romera con la risilla tonta—. Qué bruticos somos...
—Pero es que la cosa tiene bemoles. ¡Qué obscenidad, macho, qué sin sentido! Y luego nos echamos a la calle a vitorear a este puñado de... de...
—Hijosdeputa, dilo, García, dilo: de hijosdeputa...
—Con la crisis que llevamos a cuestas y los niños muriéndose en África sin qué llevarse a la boca...
—Yo creo que eso lo pensamos todos —Romera comenzó a liar un nuevo trompetero, el tercero ya de la aburrida jornada—. Bueno, y quien no lo piense no tiene entrañas.
—Yo..., yo a veces creo... creo que esto tiene que reventar por algún lado, tío. Que tarde o temprano volveremos a cabrearnos los desterrados hijos de Eva y a meterle cuatro tiros a más de uno por... por amoral. ¡Más anarquismo y menos fútbol!
—No creas, la peña está agilipollá...
—Ya, eso es lo que más me jode, tú...
Otros tantos minutos de silencio acompañado, encendido de peta, caladas profundas, de nuevo la mente vuela, el entorno acompaña.
—Me da un coraje... —comenta García.
—Sí, para que ese idiota cobre lo que va a cobrar, cuántos estarán trabajando como esclavos por cuatro perras marranas, cuántos muriéndose de hambre.
—Cuántos sin trabajo y a pique de hacer una locura.
—Y luego esos son los mismos que van y les ríen la gracia a estos cabrones.
—Sí.
—Los mismos, eh. En lugar de echarnos todos a la calle y decir hasta aquí hemos llegao.
—Nos echamos a la calle pero para celebrar sus victorias, sin pararnos a pensar que para que ellos cobren lo que cobran deben generar una burrada a los que los contratan, y los que los contratan deben trincar a base de bien de aquí y de allá, y mientras, jaja jiji, los demás tomando por culo..., sueldos miserables, ahogados con hipotecas, sin horas en el día para vivir, vendidos, esclavos...
—Qué mal repartío está el mundo.
García mira al horizonte. El esplendor de Doñana.
—Somos gilipollas, macho.
Un hombre tambaleante se asoma detrás de unos setos. Romera reacciona.
—¿Y eso?
Toma los binoculares. En el aumente observa que se trata de un joven entre treinta y cuarenta años, de pelo castaño repeinado hacia atrás aunque con cierto desaliño, barba sin afeitar de bastantes días, patillas prominentes, camisa a rayas verticales rojas y blancas remangada hasta medio antebrazo, pantalones con algún jirón pero buenas hechuras, polito Blueberry´s azul cielo anudado sobre los hombros y el medallón al pecho.
—¡Ostias, el romero pródigo! —exclama Romera.
—A las... ¿cuánto? ¿Tres semanas?
—Sí, ya va para un mes.
Romera trasiega por el hueco de la abierta ventanilla del Patrol benemérito. Toma la cacharra trasmisora y le sopla al oído.
—Unidad quince a central, unidad quince a central... Envíen equipo sanitario, repito: envíen equipo sanitario. Rociero localizado con éxito, repito: rociero localizado con éxito. Responde a la descripción facilitada. Procedemos conforme al protocolo. El sargento García me acompaña para realizarle las pruebas periciales. Cambio y cierro.

3 comentarios:

  1. Ya ves... to por darle paradas al esférico... y tener unos lomos que ni los de Frudesa....

    Lástima, lástima...

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  2. Muy buena reflexión, me ha encantao lo de ¡más anarquismo y menos fútbol!

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  3. ¡Coño! Romera... El ioputa; o sea, ¿que ahora es Picoleto en Doñana?

    La vin, cómo sube la ente, aeee. Y lo conosí en er talego, allí en Arbolote. Míralo er chavea, en las historias der Jorge y tó, de picoleto, famoso por la red, con su Patrol y sus porrillos.

    Romera, un abrazo mu fuerte, tío.

    Fdo: Juan Antonio Roca

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